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"LA CENTRALL"

jueves, 9 de diciembre de 2010

El adios o el polvo de la despedida, que título eligen ustedes?



Es un idiota, un egoísta que solo piensa en sí mismo. Fue lo siguiente que le dijo de mí a su mejor amigo, un día antes de viajar, el día en que lo vería por última vez y le desearía la mejor de las suertes.
En un primer momento, el encuentro me pareció bastante deprimente, nos vimos y fuimos a comer, para variar yo pedí sólo un vaso con agua, no es que me apeteciese comer en ese preciso momento, ya saben. El pidió, pero no toco el plato, solo conversamos un poco. Recuerdo entre las cosas que me dijo la frase: “tanto si nos vemos en una semana, en un mes, en un año o nunca, no importa, es sólo tiempo”, al mismo tiempo bajó la mirada y yo necesite un gran trago de agua para poder digerir esas palabras, para entender de verdad lo que ellas significaban.
Con la escusa de que aún no terminaba de hacer maletas, me convenció de ir a su departamento y ayudarlo un poco. Mientras lo hacía, encontré una cajita que me pareció extraña, la abrí y en ella había una cadenita que tenia grabadas dos W, (sí, los dos nos llamamos Walter). Cuando el noto que revisaba la caja me dijo, ah, lo encontraste, pensaba dártelo, ya sabes para que siempre me recuerdes.
Hasta ese momento había querido envolverme lo menos posible en la “despedida”, creí que haría más fácil el adiós, pero como no fue así, a la mierda, decidí que era momento de hablar y le dije, no necesitamos cadenas, ni dijes, ni nada para saber que nos queremos, ya lo sabemos. En ese momento lo tenía al frente mío, por lo que cuando me miro fijamente a los ojos, no aguanté y lo besé, con mucha pasión, como la primera vez.
Lo siguiente que recuerdo fue que estaba contra una de las paredes, con el encima, besándolo, sintiéndolo, por última vez. Bueno si iba a ser la última vez, por lo menos tenía que ser especial, así que lo aparte un momento y decidí poner música. La canción que sonó al prender el reproductor era perfecta, Just like Fred Astaire de un tal James.
La canción le dio un aire desenfrenado al asunto, comenzó a besarme más rápido, con mayor intensidad, mientras yo le quitaba la camisa, casi rompiéndole los botones (bueno en realidad los rompí jaja), acariciaba su espalda mientras besaba mi cuello, él enredaba sus manos a mi cabello y yo le besaba la oreja. Lo empuje hacia la cama y comencé a recorrer su cuerpo con mis labios, era increíble que a pesar de haberlo hecho antes, sintiese como si nunca lo hubiese besado, como si fuera la primera vez.
Mientras todo sucedía, el sonreía, me sonreía y me decía que me quería, él sabía que esta vez tenía que ser especial y lo estaba logrando, sus caricias, sus besos y todo eran increíbles, como si estuviésemos en un lugar donde sólo existíamos los dos.
Cuando todo terminó, su mirada se clavo en la mía, fue allí donde recordé porque lo veía ese día, era el momento del adiós, a punto de romper en llanto, solo me acurruqué en su pecho y no me moví de allí hasta que sentí que era capaz de poder disimular el llanto (creo que no me fue bien, porque él me pregunto luego, estás llorando?), pero como no quería hacerlo más difícil, sólo le dije, no, estoy bien. Ya en casa si no disimulé nada.
Hoy, es jueves, ya no está aquí, lo extraño pero bueno la vida continua, siempre lo hará, no importa lo que pase, no importa quién sea el presidente, no importa nada, porque nada va cambiar lo sucedido, ni lo que hicimos en el pasado,sólo sé que como dice Gloria Graynor (y creo que tiene mucha razón), "I will survive”.

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